Wednesday, January 11, 2012

Fernando IX University

Abellán y Cadena cortan oreja en la ciudad colombiana de Cali

Abellán y Cadena cortan oreja en la ciudad colombiana de Cali

El torero español Miguel Abellán lidia su segundo toro de la tarde durante la corrida en la plaza de toros de Cañaveralejo de Cali (Colombia) durante la temporada taurina 2011-2012. EFE

Cali (Colombia) 30 dic (EFE).- El español Miguel Abellán y el colombiano Ramiro Cadena triunfaron hoy en la quinta corrida de la feria de Cali.

Eso dirán las estadísticas. Porque si bien ambos cortaron una oreja al primer toro de sus respectivos lotes, que como toda la corrida, perteneció al hierro de Fuentelapeña, sus faenas no alcanzaron lo suficiente para quedar en la memoria.

La razón, al encierro de Fuentelapeña, bonito y bien hecho, pero a lo toros, con caritas de niños, le faltó seriedad y emoción. Eso sí. Se dejaron y rayaron en la calidad y la dulzura. Pero sus embestidas no alcanzaron los niveles para trascender.

Abellán tuvo su regalo de nobleza. El primero de la tarde. Un toro que no se cansaba de corretear la muleta, y hacerlo con clase.

El madrileño tenía una carta fácil, en apariencia. Y así hizo ver todo cuanto le quiso hacer al de Funtelapeña. Parecía un juego, que por la clase del toreo de Abellán se veía bonito y estético.

Una oreja para una faena limpia en la mayoría de sus pasajes, agradable a la vista, pero sin mayor impacto en los corazones.

El cuarto de la tarde fue quizás un capítulo más intenso. Porque el toro era incómodo y se revolvía con ligereza. Abellán intentó imponer de nuevo la fórmula de su toreo fino, pero tuvo que añadirle mayor coraje, técnica y recursos para poder imponerse.

Ramiro Cadena llegó a la plaza de Cañaveralejo con ganas de montarse al tren del regreso. No era una carta fácil hacerlo en la feria de Cali. Pero para su fortuna se encontró con otro toro de mucha calidad, que embistió humillado y con recorrido, pero que se fue yendo a menos.

Mientras duró, el torero caleño aprovechó para advertir que su toreo está vigente. Porque la calidad y la templanza no pasan de moda, más aún cuando se añade la lentitud y el fino trazo.

Con esas virtudes alcanzó dos series notables. Pero fueron más cogidos los redondos en el que el toro giraba alrededor del cuerpo del torero y de los que Cadena salía con recursos y con pases de pecho rodilla en tierra.

Cuando la faena había alcanzado su punto alto, el toro encontró a Cadena en un terreno comprometido y lo mandó por los aires. Se pensó en cornada pero sólo la taleguilla sufrió daño. Una oreja tras una estocada efectiva, pero de defectuosa colocación.

Paco Perlaza se marchó de la plaza sin cortar trofeos. Y eso que en el primero de su lote el público lo reclamó a la presidencia. Porque la faena tuvo momentos vibrantes, porque el toreo que interpreta el otro colombiano del cartel tiene, precisamente, ese sello.

Sin embargo el toro también se vino a menos y la obra quedó con la sensación de que algo carecía. Precisamente era la emoción. La que no hubo en los toros quinto y sexto, que propiciaron dos faenas insípidas.

Ficha:

Cali, quinta de feria

Menos de media plaza

Seis toros de Fuentelapeña, terciados, pero bonitos de hechuras. Nobles en general pero sin emoción.

Miguel Abellán: una oreja y saludo desde el tercio

Paco Perlaza: petición y silencio

Ramiro Cadena: oreja y silencio.


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